El cuerpo de Camanejo Molina Oviedo tuvo que ser transportado a pie durante varios kilómetros para cruzar el puente Ocoña, que permanece bloqueado por mineros artesanales de Secocha en Camaná. Molina Oviedo, fallecido en Huarmey (Áncash), tenía como último deseo ser sepultado en su natal Camaná, pero la huelga minera obligó a su familia a realizar este dramático recorrido.
La carroza fúnebre que transportaba los restos quedó varada junto a decenas de vehículos en la Panamericana Sur, imposibilitando el avance hacia el distrito de Samuel Pastor donde aguardaban sus seres queridos. Entre lágrimas y protestas, familiares y amigos cargaron el ataúd en hombros para caminar varios kilómetros hasta superar el bloqueo en el estratégico puente.
Pasajeros y conductores varados exigieron la intervención de la Policía Nacional para despejar la vía ante la radicalización de la medida de fuerza minera. Este dramático episodio evidencia el grave impacto humano del paro indefinido que mantiene paralizada la principal arteria vial del sur peruano.

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