Dos trenes turísticos colisionaron frontalmente en la vía férrea hacia Machu Picchu, causando la muerte del maquinista Roberto Cárdenas y dejando más de 30 pasajeros heridos. El accidente entre unidades de las empresas Perurail e Incarail ocurrió en el kilómetro 94+200 del tramo Cusco-Ollantaytambo, por causas aún bajo investigación.
La remota ubicación del siniestro, sin acceso vehicular, obligó a movilizar trenes-ambulancia para evacuar a las víctimas hacia Piscacucho, donde doce ambulancias los trasladaron a clínicas privadas de Cusco. Entre los heridos hay ciudadanos de India, China, Australia, Colombia, Polonia, Estados Unidos, Japón y Brasil, muchos con traumatismos craneoencefálicos.
Las autoridades iniciaron investigaciones y suspendieron indefinidamente el servicio ferroviario, única vía de acceso a Machu Picchu, hasta que la Fiscalía autorice su reapertura. El gobernador regional Werner Salcedo denunció un presunto lucro de clínicas privadas durante la emergencia, mientras el MTC y Cultura activaron protocolos para proteger a los turistas afectados.
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